Lo vi; me lanzó su mirada perdida. Sus ojos eran hermosos, un verde oscuro, iguales a los de mi mamá.
Odiaba ser hija única.
Llegó el y mi vida se iluminó.
Supe que iniciaría un nuevo capítulo de mi vida y así fue.
Mi hermano es el mejor, vive en su mundo, es divertido.
LO AMO.
Es una bendición tener un hermano autista, en serio.
No saben los graciosos y creativos que pueden ser. Es cuestión de paciencia y ya.
Es igual a todos. No hay motivo para discriminarlo, ni mirarlo mal o molestarlo.
A veces me pongo triste, porque mi hermano no es igual a todos, no tiene muchos amigos.
Pero luego se me pasa.
Para entenderlo mejor asisto a un "Encuentro de hermanos" una vez al año.
Diego va dos días a la semana al mismo centro.
En fin, por algo me llegó este angelito.
LO AMO CON TODO, daría mi vida por él.
Vivan los autistas y todos los niños con alguna discapacidad.
TODOS SOMOS IGUALES.
Un besito virtual meloamargos, PAZ